lunes, 16 de noviembre de 2009

SAN PEDRO DE ATACAMA MUJER ESCRIBIO CARTA DONDE HABLA DE MAIKE SIERRA Y SU PASO POR ESE LUGAR

MAIKE SIERRA, EL ANGEL DE SAN PEDRO DE ATACAMA

Hace ocho años conocí a Enrique, mi esposo. Solíamos pasear por las playas de Antofagasta y una noche, frente a Playa Amarilla, me mostró una luz que se movía sobre el horizonte, parecía una estrella, llevaba una trayectoria lineal y no emitía ningún sonido.
Desde aquel día comencé a tener constantes observaciones de “luces voladoras”, que cambiaban su desplazamiento, su forma y podíamos observar desde cuatro hasta diez en una sola noche.
Estas circunstancias hicieron que mi curiosidad y mi deseo de investigación nacieran incontrolablemente, comencé a leer sobre el fenómeno OVNI, busqué documentales, testimonios y todo lo que se relacionara a él.
En la Universidad tuve ocasión de asistir a una charla de Sixto Paz y leí a Juan José Benítez.
Nuestros avistamientos continuaron siendo presenciados por nuestros amigos y por nuestro hijo menor de apenas cinco años, Adriel, quién ha observado en más de una ocasión este fenómeno y nos ha mostrado sus propios avistamientos.

Es así como me volví una investigadora del fenómeno, recopilando imágenes y testimonios de aquellos que han estado en presencia de otras Razas. Cuando quise investigar el fenómeno aquí en Chile, di con un video del programa de televisión nacional “Calle 7”, donde aparecía un joven de nombre Maike Sierra que podía predecir la presencia de naves, las cuales eran filmadas por los atónitos reporteros, además versaba el record mundial de filmaciones de Objetos Voladores No Identificados.
De inmediato quise comunicarme con él, saber lo que había acontecido en su vida, como había adquirido la capacidad de ver y hablar con seres de otras razas. Le escribí varios correos, narrándole nuestros avistamientos, pero él no respondió.

Continué investigando su vida y es así como en el transcurso del tiempo supe que estaba ayudando a personas enfermas, con personas que sufrían diferentes enfermedades y dolencias…y que al ser atendidos por Maike se sanaban milagrosamente. Encontré infinidad de testimonios y registros médicos que mostraban el desconcierto y el agradecimiento de los pacientes todos casos reales ocurridos en chile
.
Con el paso de los años nos radicamos en San Pedro de Atacama, con el talento musical de mi esposo, formamos un Centro Cultural que bautizamos “Ckachi Ckausama”, Sol de Vida, en idioma Kunza y realizamos talleres de teatro, música y educación. Siempre escuchando mi deseo de investigación ufológica, propuse realizar una Conferencia Ufológica en el Centro Cultural, para eso busqué en la Net a alguien que fuese conocedor del tema y logré dar con una dirección de correos, sin saber a quién dirigía mi consulta…me estaba comunicando con MAIKE SIERRA.
El contestó el correo inmediatamente

Cuando le conté a mi esposo que Maike venía, parecía un poco incrédulo…¿en veinte días más?, preguntó. Sin embargo los enfermos a Maike lo esperaban en diversos lugares, y esto retrasaba la llegada de el.
Pasó todo un mes y estaba perdiendo la esperanza de que él viniera, pero sorpresivamente a mediados de octubre se comunicó y me dijo que venía en pocos días, fue así como un día jueves 15 de octubre alrededor de las diez de la mañana, me encontraba sentada en mi escritorio, como ahora, y escuché una voz cálida, fuerte y penetrante que preguntaba mi nombre, me asomé a la puerta y ahí estaba él. Tan alto como imaginé, me dio un abrazo, y de inmediato comenzó a contar las maravillosas curaciones de enfermos de todos lugares, hablaba mucho del pueblo de Malaguín y lo que ahí había vivido y entregado.
Me encontraba encantada, este ser emanaba simpatía, cordialidad y cada uno de sus actos me parecía especial y simbólico.

Maike tomo su maleta y me siguió, había anhelado tanto caminar el diario camino a su lado, que creí una buena idea irnos a pie, observando los volcanes y el cielo, conocernos y conversar. Nos dirigimos hacia la calle que lleva a Quitor y le pregunté abiertamente todo lo que me interesaba conocer.

Sus relatos tan vívidos me dejaban atónita, era tan posible todo aquello, tantas narraciones había conocido, pero que distinto era oír esto de la fuente primera. Llegamos a mi casa y conoció a mi esposo y a mi hijo, y pudo apreciar cuánto nos amamos. Y nos habló también de su amor.

Regresé a mi oficina meditando en todo lo que estaba sucediendo y al volver en la hora de almuerzo, encontré a Maike con su filmadora; luego de saludarme me enseñó una imagen del volcán Licancabur, “tenemos el primer registro OVNI de esta visita”, me señaló, sonriente. Al lado del volcán y a plena luz del día se podía observar una nave de enormes dimensiones.
Cuando nos sentamos a almorzar, observamos que venía alguien por el camino a nuestra casa, era Ricardo, nuestro amigo con el que hemos presenciado muchísimos avistamientos aquí en San Pedro de Atacama.
Enrique ubicó un puesto para él en la mesa y cuando entró en la habitación y vio a Maike se sintió sorprendido. Quise saludar a Ricardo con un fuerte abrazo, pero me detuvo: “Me caí en la bici anoche”, “creo que me quebré la clavícula”, me dijo. Pude ver que su cara reflejaba su gran dolor, sin embargo tratamos de continuar el almuerzo y escuchar a Maike, quién nos contaba del Tíbet, de la importancia de la meditación, de los tipos de energía, en fin, Maike abría nuestra mente a cada segundo.
Maike había comprado frutillas y crema, y mientras compartíamos el exquisito postre, me indicó que me pusiera de pié, sacó unas varillas y comenzó a evaluar mis chacras…las varillas se cruzaron frente al chacra tiroide delante de nuestros ojos, este chacra estaba completamente bloqueado dijo el, puso sus manos cerca de mi garganta y a continuación realizó una serie de movimientos en ese lugar. Posteriormente tomo sus varillas y nuevamente las dirigió por todo mi cuerpo. Al llegar a la garganta las varillas no se cruzaron, repitió reiteradas veces el ejercicio y ni una sola vez se cruzaron. En mi interior sabía que algo maravilloso se había gestado. Me fui a trabajar con el corazón hinchado de alegría.

Al regresar en la tarde, cual sería mi sorpresa, Enrique me narraba sorprendido que Ricardo había sido atendido por Maike, y que él había puesto sus manos en la zona adolorida, quitándole por completo el dolor y permitiendo que regresara completamente la movilidad a su brazo, además, sin que Ricardo le hubiera dicho nada, Maike había detectado un problema a la columna que inmediatamente trató, toco con su mano derecha a Ricardo tres veces, había alineado la columna de nuestro querido amigo en solo segundos.
Esa noche no noté nada extraño en mí, sin embargo mi esposo notó un cambio en nuestra comunicación y me lo hizo ver. Ciertamente se había vuelto mucho más fácil expresarme y hacerme entender…sin embargo la muestra innegable se suscitó al tercer día, en el que sentí una sed incontrolable, sed que me obligaba a caminar a todas partes con un vaso de agua en la mano.
Conseguimos una camilla en el Consultorio Rural y la instalamos en una habitacion. Desde ese momento las personas comenzaron solas a llegar. Desde las nueve de la mañana, era una fila de gente que esperaban incluso horas para poder ser atendidos por Maike, quién infatigablemente atendía y atendía enfermos uno tras otros sin rastro de cansancio, yo esperaba verlo salir del cuarto cansado o con alguna huella de agotamiento, muy por el contrario eran las cinco y media de la tarde, Maike aún no almorzaba, y al salir pude verlo radiante, sonriente, afable y de muy buen humor, algo que lo caracteriza.
El día sábado observó que nuestro equipo musical no funcionaba, ¿tienes un destornillador de cruz?, me preguntó. Antes de decir algo, había desarmado el equipo y limpiado sus partes, lo hizo funcionar perfectamente. “Es una habilidad que tengo”, señaló.

Otro caso que me impactó profundamente fue el de dos abuelitos que llegaron tullidos, ayudados por bastones y sus hijos. Se atendieron con Maike y salieron caminando…sin dolor alguno y sin muletas emocinados algunos llorando.
Aún recuerdo la expresión de las mujeres que estaban afuera del salón en el momento que Maike curaba a los ancianos…¡Este es un ángel!, ¿cómo llegó aquí?, ¡este es un ángel!, me sobrecogió, mis ojos se llenaron de lágrimas y entré al salón en busca de algo. Maike me vió impactada. Johany, me dijo, ¿Qué te parece lo que ha sucedido?, yo no tenía voz, mi interior era todo oración, apenas pude contestar… “Me siento profundamente conmovida”, señalé, le acerqué los zapatitos a la abuelita que aún se daba vueltas por el salón sintiéndose perfectamente, y salí.
Cuando el día culminaba, Maike expresó su deseo de ir al pueblo, mi hijito de inmediato me dijo: “mamá quiero ir con el tío Maike al pueblo”, jamás le permito ir a ningún lugar sin mí o su papá, pero Maike se mostró dispuesto a llevarlo y salieron bien abrigados.
Cuando regresaron, Adriel venía feliz, “me porté bien”, dijo. “El tío Maike me invitó a un lugar muy lindo, me compró una empanada gigante y una bebida”, “además vimos unas luces que nos siguieron en el camino”.
Maike, es un hombre sensible y cariñoso, inteligente y culto, atendía llamados de todas partes en los que le invitaban a viajar y le manifestaban la espera por su presencia.
Estuvo nueve días con nosotros y ha sido la experiencia más excitante de toda mi vida, pues vi, con mis propios ojos, verdaderos milagros.

Mi esposo lo considera un verdadero extraterrestre, con capacidades mayores a las nuestras, pero también lo considera un amigo incomparable. He leído a detractores de Maike, que dudan de sus capacidades, son gente opaca y pequeña que no ve más allá de su nariz, que nunca ha hecho nada bueno por nadie.
Maike vino a mi vida a entregarme mensajes de importancia:

Jesús no se ha marchado de la tierra.
Se aproxima un cambio histórico.
Los seres humanos debemos “vivir en Dios”.
El ser humano debe ser infatigable en su búsqueda de la verdad.
Todos los sueños son posibles.
Amor y compasión.
Nuestras vidas son joyas preciosas que arrojamos al diario vivir sin valorar su significado, mi vida ahora tiene un antes y un después, ya que una vez que conoces a mi maestro, tu vida se encauza en tal sentido que proyectas una nueva visión de la realidad dónde todo es posible, y el amor vence, por sobre cualquier obstáculo.
Es difícil ser Maike Sierra asediado por la prensa, por los investigadores, por los detractores, por los seguidores, por los pacientes que se quieren sanar, por los que ya se han sanado, por la familia que reclama su presencia, y por el ser interior que lo lleva a vivir encuentros tan profundos con otros hermanos terrestres. Sin lugar a dudas él conoce bien su misión en la tierra y no desperdicia ningún día de su vida.
Maike abre tu mente y en cada momento de compartir su compañía, está constantemente enseñando, trabajando y transmitiendo conocimiento y sabiduría. Le obsequió a mi hijo un cristal, muy hermoso, este parece tener en su centro una diminuta Vía Láctea, Adriel dice que con eso él sana y cada vez que ve a alguien con dolor le lleva su cristal y se lo pone en el lugar de la dolencia…pienso que si él CREE puede lograr cualquier milagro.

San Pedro de Atacama 16 de noviembre del 2009